Con un atraso cambiario muy difícil de revertir, varios sectores industriales se enfrentan a la necesidad de trabajar con sus costos al detalle, para identificar oportunidades de reducción de costos tributarios, de energía, de materias primas, entre muchos otros.
Tipo de cambio
Desde comienzos de marzo, el dólar fluctúa dentro de una banda de $ 14 a $ 15. Con alta inflación, esa banda cambiaria debería subir a lo largo del año, pero es probable que suba menos de lo que se esperaba, dada la gran preocupación del BCRA y el Gobierno por la inflación.
Tipo de cambio alto para lograr competitividad externa o tipo de cambio bajo para lograr salarios altos en dólares es una falsa disyuntiva, que se supera con una agenda de largo plazo focalizada en factores que inciden sobre la competitividad real del país.
El tipo de cambio, ajustado por inflación, era en 2007 60% mayor que el actual al compararnos con Chile y 90% mayor que el actual al compararnos con Brasil. Eso explica que turistas argentinos encuentren precios bajos en esos países. Y refleja que el atraso cambiario continúa.
Aun luego de la suba del dólar oficial producida por la unificación cambiaria, continúa el problema de atraso cambiario. El tipo de cambio real contra Brasil equivale hoy al de comienzos de 2015 y a la mitad del de fines de 2007, dificultando las exportaciones a ese mercado.
El nuevo equipo económico tiene varias alternativas para reponer reservas en el Banco Central. No es extraño entonces que el valor del dólar paralelo no refleje la gran escasez actual de reservas, sino la expectativa de que esas reservas se recuperen a corto plazo.
“Les hablé con el corazón y me contestaron con el bolsillo”. Para evitar decepciones como la de Pugliese en el ’89, el desafío de reducir el impacto inflacionario de la unificación cambiaria ya anunciada requerirá ciertos controles de precios y abastecimiento.
Una eventual unificación cambiaria no impactará sobre precios de bienes importados que venían pagándose por fuera del mercado oficial, pero sí sobre otros precios, como los del resto de los importados, los de insumos nacionales con precios en dólares y los de productos exportables.
Entre los economistas de Macri existen diferentes propuestas sobre la política cambiaria, desde unificar el tipo de cambio inmediatamente hasta desdoblarlo transitoriamente. La definición del gabinete económico dará señales sobre el camino a seguir.
Unificar el tipo de cambio es riesgoso, por su impacto inflacionario y por el riesgo de excesiva presión de la demanda de dólares por motivos financieros sobre el dólar unificado. Desdoblar el tipo de cambio podría ser un paso previo a la unificación, para reducir esos riesgos.
Una unificación cambiaria acelera la inflación, pero existen mecanismos para reducir el impacto. Como postergar la reducción de retenciones luego de unificar. O acordar con exportadores el abastecimiento del mercado interno a precios anteriores a la unificación.
Suele argumentarse que, con suficiente confianza, liberar el tipo de cambio podría dejar un dólar por debajo del actual paralelo. Pero podría generarse una sobre-reacción, como ocurrió en 2002.
El dólar por encima de los 4 reales en Brasil complica a la economía argentina por el fuerte impacto negativo sobre la competitividad cambiaria.
Para Miguel Bein, mejor que devaluar es utilizar instrumentos fiscales que incidan sólo sobre precios de bienes vinculados al comercio exterior. El riesgo es que no alcance para la magnitud del atraso cambiario.
Para Carlos Melconián, los precios internos pueden estar reflejando el valor del dólar paralelo, insinuando que podría unificar el tipo de cambio. El riesgo es que termine acelerando la inflación.
El próximo gobierno recibirá una especie de trampa: salir del atraso cambiario sólo devaluando es muy difícil por su impacto sobre la inflación.