Pobreza, política e instituciones

El análisis económico del día. Una muerte por desnutrición, elevada inflación hasta en las estadísticas oficiales y conflicto entre los poderes Ejecutivo y Judicial son hechos relacionados.

Es necesario comprender la importancia de las instituciones para no resignarnos a vivir en la inestabilidad y la pobreza.


Dos semanas atrás murió un niño en el Chaco por derivaciones de su desnutrición. Una señal de un problema mayor de elevada pobreza, que el Gobierno oculta de manera inaceptable.

La semana pasada, el Gobierno publicó las estadísticas oficiales de inflación que, aún con marcadas inconsistencias con otras variables económicas, que permiten sospechar que la inflación real está por encima de lo publicado, igual reflejan un serio problema macroeconómico.

Esta semana, la muerte del fiscal que investigaba al Gobierno Nacional acusándolo de graves delitos refleja la magnitud del serio conflicto de poderes entre el Ejecutivo y el Judicial.

Aunque parezcan inconexos, son tres hechos relacionados.

La pobreza está estrechamente ligada a los desastres macroeconómicos. Es alta cada vez que hay elevado desempleo (finales de los ’90 y comienzos de los 2000), elevada inflación (fines de los ’80 y actualmente) o ambos a la vez (2002).

Claro que en una economía que funcione bien, sin desempleo ni inflación, también puede haber pobreza, y por eso las políticas sociales focalizadas son necesarias incluso en países estables, pero el problema es mucho mayor en medio de la inestabilidad macroeconómica, cuando no hay política social suficiente para hacer frente a la pobreza.

La macroeconomía, a su vez, puede funcionar mal, generando desempleo y/o inflación, por políticas económicas equivocadas.

Pero Argentina tiene inflación crónica desde hace 70 años (ver gráfico de inflación desde 1900, click aquí) y muy elevada inestabilidad económica desde hace al menos 40 años.

Cuando la economía funciona tan mal durante décadas, el problema excede a la política económica. Tiene que ver con la política y las instituciones que determinan sus reglas de juego.

Se trata de una cuestión en la que cada vez existe más consenso entre los economistas: las instituciones equivocadas están en la raíz de los fracasos económicos persistentes.

Cuando no funciona la separación de poderes, cuando no existe una prensa independiente, cuando no existe independencia del Banco Central, cuando el Gobierno puede gastar sin límites por decreto, los desastres económicos y sociales están prácticamente garantizados.

Esto es muy relevante para Argentina.

Porque aún en su postura de que en la Justicia y la prensa hay opositores con ánimo “destituyente”, el Gobierno no disimula sus acciones para condicionar a ambos.

Y no es un secreto para nadie que el Gobierno no cree en la independencia del Banco Central, y le parece natural que cuestiones fiscales relacionadas con gasto y deuda pública se decidan por decreto.

Hay en el discurso oficial cierta idea de que el fin, en términos de ciertas políticas a defender, justifica los medios, aun en detrimento de ciertos principios constitucionales.

Cambiar de un modo definitivo este modo de hacer política requiere cambiar las instituciones, reforzando mecanismos para resguardar la separación de poderes, el respeto por la libertad de expresión y la independencia del Banco Central y eliminando la posibilidad de facultades legislativas delegadas en el Poder Ejecutivo.

El problema es que quienes tienen que cambiar estas instituciones, o reglas de juego, son justamente quienes se perjudican al hacerlo.

No sería extraño, en ese contexto, que el próximo Gobierno reprodujera esta situación solicitando, por ejemplo, facultades delegadas (vía ley de emergencia económica) justificadas en la magnitud de los problemas económicos que habrá heredado.

Esa es la naturaleza de la trampa en la que cayó en algún momento Argentina. Instituciones que conducen a políticas que generan inestabilidad económica y pobreza, y casi nadie con incentivos a cambiarlas.

Por eso es tan importante discutir públicamente estos temas.

Para no resignarnos a vivir en un país hundido absurdamente en la inestabilidad y la pobreza.

El análisis económico del día. Por Gastón Utrera.


Los datos históricos de inflación en Argentina en:

Economía en 1 Gráfico: 70 años de alta inflación. Click aquí.