La elevada inflación está generando, al menos, tres problemas para las empresas constructoras: costos financieros por demoras en pagos de certificados de obras, costos económicos por deficiencias de los esquemas de redeterminación de costos y costos económicos en el caso de proyectos inmobiliarios con cuotas indexadas por índices que evolucionan de manera diferente a los costos del proyecto.