Parece paradójico que con alta emisión de dinero escaseen billetes. Pero puede ocurrir nuevamente por las complicaciones logísticas de fabricar un volumen enorme de billetes con denominaciones que han quedado cortas.
Haber mantenido por casi un cuarto de siglo la misma denominación de billetes, a pesar de la inflación acumulada, genera múltiples complicaciones, entre ellas la absurda necesidad de fabricar parte de los billetes en el exterior.
La recuperación industrial iniciada en enero se frenó en abril, sin una tendencia clara desde entonces. Números que anticipan un cierre de año por debajo del nivel registrado nada menos que 4 años atrás.
El desarrollo industrial requiere una agenda con políticas macroeconómicas, de competitividad e industriales específicas, para las cuales existen modernos enfoques superadores de las políticas proteccionistas.
La participación de la industria en la economía nacional aumentó entre 1885 y 1974, impulsada por distintas políticas industriales, proceso que se revirtió desde entonces.
El Gobierno Nacional continúa planteando que logró un fuerte proceso de industrialización. Los números oficiales indican otra cosa.
Existen varias maneras de recomponer reservas del BCRA. Una de ellas es que el Tesoro coloque deuda para devolver parte de las reservas que fue tomando durante los últimos 10 años.
Los datos muestran que el dólar paralelo no ha estado incidiendo sobre la inflación, a pesar de que hay importadores que tienen que recurrir a mercados no oficiales para hacerse de dólares.
Para Miguel Bein, mejor que devaluar es utilizar instrumentos fiscales que incidan sólo sobre precios de bienes vinculados al comercio exterior. El riesgo es que no alcance para la magnitud del atraso cambiario.
Para Carlos Melconián, los precios internos pueden estar reflejando el valor del dólar paralelo, insinuando que podría unificar el tipo de cambio. El riesgo es que termine acelerando la inflación.
El próximo gobierno recibirá una especie de trampa: salir del atraso cambiario sólo devaluando es muy difícil por su impacto sobre la inflación.
El impacto de una devaluación sobre la inflación es alto o bajo dependiendo del contexto, en especial del nivel previo de inflación.
La salida de la crisis de 2001 fue posible por medidas de política económica y un contexto internacional favorable. La salida de los problemas económicos actuales será en cambio responsabilidad exclusiva de la política económica del próximo gobierno.
La política monetaria ha ido cambiando en los últimos 3 años, con una política de absorción de dinero más agresiva en 2014 que en 2013 y 2015. Aun con esas idas y vueltas, el BCRA no ha logrado casi mover la inflación.
La depreciación del yuan no afecta al patrimonio del BCRA porque hace caer en la misma magnitud el valor en dólares de activos y pasivos. El verdadero impacto está en la profundización del atraso cambiario.
La inflación funciona de manera diferente en distintos niveles, pudiendo ocurrir que para bajarla no alcance con desandar el camino que la generó.