El presidente del BCRA plantea que la depreciación del yuan chino no afecta al patrimonio de la entidad.
Esto es correcto ya que con esa depreciación cae el valor en dólares de las reservas en yuanes pero, al mismo tiempo, cae el valor en dólares de la deuda en yuanes con el Banco Popular de China.
El verdadero perjuicio de la depreciación del yuan es que profundiza el atraso cambiario, directamente por la pérdida de valor de esa moneda e indirectamente por otras monedas que se deprecian para no quedar rezagadas contra el yuan.
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