El análisis económico del día. Las expectativas de los industriales metalúrgicos cordobeses parecen mostrar una corrección luego de cierto exceso de pesimismo algunos meses atrás.

Se trata de excesos y correcciones naturales en una economía, lamentablemente, demasiado volátil.

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El argumento de la nota “1 minuto: Exceso de pesimismo” era que durante los últimos meses de 2014 hubo cierto exceso de pesimismo, con pronósticos de crisis económica inminente por parte de analistas económicos y algunos políticos opositores, que era probable no ocurriera, y efectivamente no ocurrió.

El argumento de la nota “1 minuto: Las propuestas económicas en 2015” era que es probable que los candidatos a la Presidencia subestimen la magnitud de los problemas económicos que heredarán y sobreestimen el impacto del recambio de expectativas, algo que parece haber ocurrido varias veces en las últimas décadas.

Esto último configuraría una especie de exceso de optimismo para 2016. Visible en candidatos que plantean soluciones rápidas ligadas a la generación de confianza, la atracción de capitales, la generación de inversiones y cosas por el estilo, sin advertir que problemas como la inflación y el atraso cambiario requieren más que sólo regenerar la confianza.

En este contexto, las expectativas de los industriales metalúrgicos de Córdoba parecen estar corrigiendo un exceso de pesimismo algunos meses atrás, pero sin caer ahora en un exceso de optimismo para el año próximo.

La medición de diciembre del Observatorio de la Actividad Metalúrgica de Córdoba aporta estadísticas para reflexionar al respecto.

Mientras en agosto de 2014, 79% de los metalúrgicos cordobeses pensaba que la economía se acercaba a una crisis, y sólo 19% manifestaba que hablar de crisis le parecía una exageración, en diciembre de 2014 el primer porcentaje bajó a 62% y el segundo subió a 31%. Siguió habiendo, entonces, temores por una nueva crisis, pero menores que cuatro meses atrás.

Analizando lo que puede ocurrir en 2015, 75% de los metalúrgicos cordobeses piensa que lo más probable es que la economía llegue al final del actual mandato presidencial sin una crisis, pero con una economía complicada.

En un extremo, sólo 15% cree probable que la economía llegue a diciembre de 2015 en crisis y, en el otro extremo, sólo 8% cree probable que la economía llegue mejor que hoy.

Y analizando lo que puede ocurrir luego del cambio de mandato, en diciembre de 2015, durante el primer año del próximo gobierno, el 61% cree probable que comiencen a resolverse lentamente los problemas actuales.

En un extremo, sólo 19% cree probable que los problemas continúen ese año y 10% cree probable que los problemas se profundicen y, en el otro extremo, sólo 4% cree probable que los problemas se resuelvan rápidamente durante 2016.

Es natural que las expectativas empresarias terminen verificándose demasiado optimistas o pesimistas frente a lo que finalmente ocurre con la economía, y que tales expectativas se modifiquen entonces para ajustarse a la nueva realidad. Ocurre en cualquier economía.

Pero en Argentina estas fluctuaciones son mucho mayores.

Por ejemplo, el Índice de Confianza Empresaria de metalúrgicos cordobeses cayó 21% durante el segundo cuatrimestre de 2014 con relación al primero, y luego se recuperó 34% durante el tercero, superando en un 6% el nivel del primero.

Se trata de excesos y correcciones naturales en una economía, lamentablemente, tan volátil.

El análisis económico del día. Por Gastón Utrera.