El análisis económico del día. El deterioro del mercado laboral podría ser mayor de lo que indica la suba oficial de la tasa de desempleo. Porque se redujo el porcentaje de población dentro del mercado laboral.
Si esto fuera otro dibujo estadístico, la tasa de desempleo podría ser mayor a la reportada.
Según datos oficiales, la tasa de desempleo aumentó del 6.8% al 7.5% entre el tercer trimestre de 2013 y el tercero de 2014.
Pero el deterioro del mercado laboral ha sido mayor de lo que indica ese aumento de la tasa de desempleo.
Porque, según esos datos, se redujo la denominada tasa de actividad (el porcentaje de personas en el mercado laboral, ya sea empleadas o desempleadas) del 46.1% al 44.7% en igual periodo.
Esto significa que en el último año un 1.4% de la población se retiró del mercado laboral.
Cuando esto ocurre, generalmente se trata de personas desempleadas que dejan de buscar empleo.
Es decir, siguen sin trabajar pero, al no buscar activamente empleo, no forman parte, en las estadísticas, del grupo de desempleados, sino del grupo de inactivos.
Esto suele ocurrir cuando largos periodos de desempleo terminan desalentando a personas que dejan así de buscar empleo.
No es muy razonable en el contexto actual.
Los problemas laborales actuales no han sido tan extensos como para generar un efecto desaliento tan grande, y la caída del poder adquisitivo de salarios y demás ingresos ha sido suficientemente grande como para generar más incentivos, y no menos, a buscar empleo.
De hecho, en la última recesión, desde finales de 2008 hasta finales de 2009, la tasa de actividad aumentó en lugar de reducirse.
Es razonable la sospecha de que se trata de otro dibujo estadístico por parte del INDEC.
A fin de cuentas, dibuja tanto los datos de inflación y de actividad económica que los primeros implican aumentos de poder de compra de los salarios y los segundos implican que la recesión ya quedo atrás, cuando es obvio que nada de eso está ocurriendo.
Y dibujaba tanto los datos de pobreza, que dejó de publicarlos porque eran cada vez más absurdos.
Ocurre en este caso que registrar como inactivas a personas que están buscando empleo es una forma de dibujar hacia abajo la tasa de desempleo, ya que las personas inactivas no forman parte de los desempleados.
Si la tasa de actividad del tercer trimestre no fuera del 44.7%, como reportó INDEC, sino del 46.1%, como fue hace un año, la tasa de desempleo no sería entonces del 7.5%, sino del 10.4%.
Y si las tasas de actividad efectivamente han sido “dibujadas” por INDEC para que la tasa de desempleo muestre un nivel menor al real, sería razonable pensar que el “dibujo” puede no haber sido homogéneo en todo el país.
Llamó la atención, por ejemplo, que el Gran Córdoba quedara como el aglomerado urbano de mayor desempleo en todo el país, con el 11.6%, 4.1 puntos porcentuales por encima del promedio nacional. A diferencia éste último, con una mayor, en lugar de menor, tasa de actividad.
Aplicando para el Gran Córdoba el mismo ajuste de los datos, suponiendo una tasa de actividad similar a la de un año atrás, la tasa de desempleo queda en 10.9%, sólo 5 décimas por encima del promedio nacional que surge al ajustar los datos con la tasa de actividad del año previo.
Es razonable que Córdoba tenga más desempleo que el promedio nacional, por la importancia del sector automotriz y metalmecánico. Pero no es razonable una diferencia tan grande como la reportada por INDEC.
De cualquier modo, mientras el Ministro Kicillof minimiza el problema del desempleo, planteando que estamos en “un mundo de rosas”, el desempleo parece estar subiendo más de lo que muestran las estadísticas oficiales.
Esto debería preocupar a cualquier persona con un mínimo de sensibilidad social.
A menos que crea vivir en el “mundo de rosas” de Kicillof.
El análisis económico del día. Por Gastón Utrera.