Si el Gobierno Nacional lograra de manera generalizada aumentos salariales como los que acordó la Gobernadora de la Provincia de Buenos Aires para parte de sus empleados públicos, favorecería su estrategia de reducción de la inflación.
Pero implicaría un consumo estancado, porque no permitiría recuperación del poder adquisitivo de los salarios.
Hoy parecen más probables aumentos salariales más cercanos al 30%, lo que dificultaría la reducción de la inflación, pero mejoraría las perspectivas del consumo y la actividad económica.
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Para ampliar el análisis:
Economía en 1 minuto: Las demandas salariales y la inflación
Economía en 1 minuto: Salarios y escenarios económicos para 2017