La infraestructura económica, que incide sobre la competitividad, se atrasó por baja inversión durante la última década y media.
La infraestructura social, que incide sobre la calidad de vida de las familias, mejoró durante la última década y media, pero sigue habiendo un déficit a cubrir, y la mejora fue muy desigual territorialmente por decisiones políticas.
Es obvio entonces por qué hace falta un gran impulso a la inversión pública.
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Para ampliar el análisis:
Economía en 1 texto digital: El esfuerzo para recuperar la infraestructura