Una década de déficit habitacional en Argentina. Estimaciones 2008-2018

1.- Durante los últimos 10 años, el déficit habitacional en Argentina, incluyendo déficit por vivienda precaria, déficit por cohabitación y déficit por hacinamiento, se redujo 5 puntos porcentuales, desde el 26.5% del total de hogares en 2008 al 21.5% en 2018.

2.- Este ritmo de reducción del déficit habitacional implica que, de sostenerse en el tiempo, serían necesarios más de 40 años para eliminarlo, plazo que se extiende si se considera el ritmo de reducción de los últimos años, ya que una parte importante de la reducción del déficit en los hogares pobres se produjo entre 2008 y 2011.

3.- A lo largo de este periodo, se produjo una reducción del déficit habitacional dentro del segmento de hogares pobres, pero el problema del déficit en ese segmento de hogares incrementó su incidencia al medirlo como porcentaje del total de hogares, como consecuencia del aumento de la pobreza. Entre otras cosas, esto significa que el deterioro social, traducido en un mayor nivel de pobreza, ha contrarrestado el impacto de los esfuerzos por reducir el déficit habitacional de los hogares pobres. El deterioro social conspira, naturalmente, contra la reducción del déficit habitacional, y los números de la última década lo confirman.

4.- Esta mayor incidencia del déficit habitacional en hogares pobres ocurrió en los principales aglomerados urbanos del país, pero de manera más marcada en el Gran Córdoba, donde pasó del 4.2% del total de hogares en 2008 al 11.1% en 2018[1].

5.- Analizando el comportamiento del déficit habitacional en hogares pobres durante los últimos 10 años en los 32 aglomerados urbanos relevados por INDEC, dada la similar dispersión al comienzo y al final, es posible concluir que no hubo, durante el periodo analizado, mecanismos que lograran asignar recursos con criterios de convergencia, es decir, de priorización de las poblaciones más afectadas.

6.- Dado el gran impacto potencial que la construcción podría tener en la reducción de la pobreza a través de la generación de empleo, podría pensarse entonces una estrategia “a tres bandas”, con construcción de viviendas que permita (a) reducir el déficit habitacional, (b) reducir el déficit de empleo, a través del empleo adicional en la construcción, y (c) reducir la pobreza a través de la generación de los ingresos asociados a dichos empleos, lo que a su vez contribuye a reducir el déficit habitacional por hogares que terminan saliendo de la pobreza y pudiendo acceder así a una vivienda por sus propios medios.

[1] De 4.2% a 10.7% en el caso de la provincia de Córdoba (ver gráficos 10 y 11).

FAEC – Informe 23 – Una década de déficit habitacional en Argentina