El «mundo de rosas» de Kicillof

El análisis económico del día. Analizando el desempleo en Argentina, el Ministro Kicillof planteó que estamos en “un mundo de rosas” si comparamos con ciertos pronósticos tremendistas. Y que estamos mejor que en los ’90, y que algunos países en la actualidad.

Ninguna de estas comparaciones justifica minimizar los problemas sociales actuales.


El Ministro Kicillof continúa fiel a su costumbre de referirse a los problemas de la economía argentina minimizándolos. Incluso cuando se trata de problemas sociales, que deberían preocupar a cualquier dirigente que se considere progresista.

Sobre el desempleo, planteó que estamos en “un mundo de rosas” si comparamos con ciertos pronósticos tremendistas. Y que estamos mejor que en los ´90, cuando el desempleo era alto, y que países como España, hoy con tasas de desempleo enormes.

Comparar con pronósticos tremendistas no tiene mucho sentido. Son muy comunes en Argentina los pronósticos de catástrofes que finalmente no ocurren. Lo único que hay que hacer con ellos, cuando la evidencia muestra que están infundados, es ignorarlos.

Comparar con los ’90 permite algunos matices al planteo de Kicillof.

El primer gráfico muestra la evolución del desempleo durante los ´90. Fue menor al 7.5% actual entre 1990 y 1992, pero mayor desde entonces, durante el resto de la década.

Gráfico 1.- Desempleo ahora y en los 90

Pero el bienestar de las personas no se ve afectado solo por el desempleo. También incide la inflación, como ocurre actualmente. Basta pensar la erosión del poder adquisitivo de una jubilación o un plan social con precios creciendo por encima del 2% mensual, y lo que esto implica para el bienestar de sus beneficiarios.

El segundo gráfico muestra la evolución de la inflación durante los ´90. Excepto en 1990 y 1991, el resto de la década tuvo niveles mucho menores que los actuales.

Gráfico 2.- Inflación ahora y en los 90

No es un tema menor. Tener menos desempleo que a finales de los ´90 mejora el bienestar de la sociedad, pero tener más inflación que entonces lo disminuye. Aunque es razonable suponer que cada punto adicional de desempleo reduce más el bienestar general que cada punto adicional de inflación, es difícil saber cuánto más.

Pero hoy la inflación tiene un impacto sobre el poder adquisitivo de los salarios y otros ingresos como jubilaciones y asignaciones sociales lo suficientemente grande como para compensar, tal vez, el impacto positivo del menor desempleo. No es casualidad que indicadores de pobreza muestren actualmente niveles similares a los de fines de los ’90 (ver nota “Pobreza 40-20-30”).

Comparar con el resto del mundo deja menos lugar para los matices.

La tabla descargable al final de la nota muestra los valores actuales de las tasas de desempleo, inflación y crecimiento de los 57 países que monitorea The Economist.

Es cierto, como plantea Kicillof, que Argentina tiene mucho menos desempleo que países como Grecia o España. Pero también lo es que otros 37 países tienen menos desempleo que Argentina.

En la escala de inflación Argentina está penúltima (de menor a mayor inflación), sólo superada, entre los países considerados, por Venezuela.

Y esto no depende de los datos privados, cuestionados por el Gobierno. Considerando el dato oficial, por encima del 20%, Argentina conserva el penúltimo lugar.

Algo similar ocurre con el crecimiento económico. Los indicadores privados muestran una caída sólo superada, entre los países considerados, por Ucrania.

Aun considerando datos oficiales, con un crecimiento nulo, quedan 50 países con mayor crecimiento que Argentina.

Es que, si bien el mundo no pasa hoy por su mejor momento, la mayoría de los países está creciendo con baja inflación, algo que en Argentina no está ocurriendo.

El mundo de rosas de Kicillof parece estar en otro lado.

El análisis económico del día. Por Gastón Utrera.

Archivo descargable: Tabla. Desempleo, inflación y crecimiento en el mundo