Durante el viaje de la Presidenta a China se firmaron más de una decena de acuerdos de cooperación entre ambos países, todos en el marco de un convenio general firmado el año pasado, pendiente de aprobación parlamentaria.
La mayor polémica está en la posibilidad de que obras públicas argentinas financiadas por China realicen contrataciones directas de proveedores chinos, perjudicando a la industria nacional e incluso al presupuesto público.
Por eso preocupa a tantos industriales, más allá de las distintas posturas políticas dentro de la Unión Industrial Argentina.
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