En el marco de la 6ta Jornada de Infraestructura de la Cámara Argentina de la Construcción Delegación Córdoba, el Foro de Análisis Económico de la Construcción[1] presentó una propuesta de estrategia “a tres bandas” para reducir la desocupación y la pobreza en Argentina a través del empleo que podría generar la construcción de viviendas. El punto de partida del análisis es que el sector de la construcción tiene un alto potencial para reducir la pobreza.
Con datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) de INDEC, es posible estimar en un 40% la cantidad de hogares que, siendo pobres, podrían dejar de serlo si sus integrantes desocupados y ocupados en negro consiguieran empleo en blanco en el sector en el que trabajaban antes de quedar desocupados (en el primer caso) o en el sector donde trabajan actualmente (en el segundo caso). Estos hogares conforman, por lo tanto, una especie de pobreza por déficit de empleo ya que, en caso de conseguir empleo de calidad, dejarían de ser pobres (algo que no ocurre con el resto de los hogares pobres).
Al concentrar el análisis en los trabajadores desocupados y ocupados en negro vinculados al sector de la construcción, puede comprobarse que la construcción podría sacar de la pobreza a alrededor de un cuarto de los hogares con pobreza por déficit de empleo, una proporcion mucho más alta que la participación de la construcción en la economía, e incluso más alta que la participación de la construcción en el empleo total. Y dentro de la actividad de la construcción, la construcción de viviendas es más mano de obra intensiva que otras tipologías.
Adicionalmente, como se detalló en ediciones anteriores de este Suplemento, el déficit habitacional en Argentina es un problema que afecta a más del 20% de los hogares en el país, casi la mitad de los cuales son hogares pobres, sin posibilidad de solucionar su problema habitacional sin ayuda del resto de la sociedad, proporción esta última que se incrementa cuando se producen fenómenos de “movilidad social descendente”, como viene ocurriendo en los últimos años.
Uniendo estos puntos aparece la posible estrategia “a tres bandas”. Por ejemplo, un plan de viviendas para los hogares pobres con déficit habitacional, que eliminara el actual déficit en un periodo de 10 años, implicaría:
a.- Construir 83,400 viviendas por año, con un costo bruto anual de USD 2,687 millones y un costo neto anual de USD 1,614 millones, alrededor de 0.4% del PBI (una vez computados los distintos tipos de recupero a través de mayor recaudación tributaria en los distintos niveles del Estado y la menor necesidad de fondos asignados a ayuda social).
b.- Generar 100,080 empleos formales directos adicionales durante los 10 años, sacando de la pobreza a 54,319 hogares (simulación a partir de datos de EPH).
c.- El costo neto prorrateado entre los nuevos trabajadores ascendería entonces a USD 1,344 mensuales por trabajador durante los 10 años.
d.- El costo neto prorrateado entre los hogares que dejarían de ser pobres ascendería a USD 2,475 mensuales por hogar durante 10 años.
Se trata de números que la próxima administración nacional debería considerar, con un criterio de política social sustentable.
Columna publicada en el Suplemento Civiles de La Voz del Interior.
[1] Auspician el Foro de Análisis Económico de la Construcción: la Cámara Argentina de la Construcción, el Colegio de Ingenieros Civiles de la Provincia de Córdoba y las empresas Grupo Donadio y Colcar.